Historias que Inspiran
Familia Gómez: un lazo más fuerte
Cuando la señora María, de 78 años, se mudó con sus hijos en la periferia de Santiago, la familia Gómez estaba preocupada por su seguridad y soledad. Los nietos, con carreras y trabajos en distintas ciudades, apenas encontraban tiempo para visitarla. Con Elderlylink, instalaron sensores de movimiento y recordatorios de medicación en su hogar, y configuraron notificaciones en el teléfono de cada miembro.
En las primeras semanas, doña María recuperó la confianza: los recordatorios le llegaron con voz suave, la cámara Edge le permitió saludar a sus nietos en video cada mañana, y las alertas de actividad evitaban preocupaciones innecesarias. Hoy, los Gómez comparten un chat familiar donde reaccionan con emojis a los reportes diarios: “Hoy mamá caminó 500 pasos por el living” o “Recordatorio: cita médica a las 10 AM”. En cada llamada, los risueños recuerdos de esta segunda juventud fortalecen el cariño y la unión.
Hogar San Rafael: innovación para la autonomía
El Hogar de Adultos Mayores San Rafael, en Valparaíso, enfrentaba desafíos clásicos: balance entre atención personalizada y recursos limitados. Tras implementar Elderlylink, instalaron cámaras Edge con IA que procesan detección de caídas localmente, sensores de pulso y estaciones de llamada directa a enfermería.
En el primer mes, la directora Paulette notó una caída del 40 % en los tiempos de respuesta. Los residentes dejaron de sentirse vigilados y empezaron a moverse con libertad dentro del recinto. Los cuidadores, liberados de rondas excesivas, diseñaron actividades recreativas: jardinería, talleres de música y clases de yoga suave.
Hoy, el San Rafael presume un índice de satisfacción del 95 %. Los abuelos comparten sus pinturas en un muro digital y celebran cada tarde con una merienda virtual junto a familiares que, gracias a la plataforma, pueden acompañarlos en línea.
Doña Marta: redescubriendo la alegría
Doña Marta, jubilada y viuda, vivía aislada en Concepción. Sin visitas frecuentes ni familiares cerca, sus días transcurrían monótonos. Con Elderlylink, recibió un asistente conversacional que le recuerda sus recetas de cocina, la alienta a hacer ejercicios de memoria y le propone pequeñas misiones diarias como “llamar a un amigo” o “sembrar una maceta”.
Cada mañana, el sistema le reproduce música de su juventud y le sugiere una foto del día anterior: su gato durmiendo plácido o un dibujo de su nieta. En la noche, registra su estado de ánimo y, de detectar tristeza, envía un informe al voluntariado local para una llamada de compañía.
Hoy, doña Marta sale a caminar a un grupo vecinal de Elderlylink y ha recuperado su sonrisa. Su nieto comenta: “Hemos vuelto a ver a mi abuela llena de energía. Incluso me enseñó un ajedrez que hacía años no tocaba”.